Por Paul Herrera, Lima, ago. 01 (ANDINA)-
En realidad, no hay grandes fórmulas para alentar la investigación y el valor del conocimiento científico en el país. Simplemente hacerlo. Por eso, Modesto Montoya, miembro de la Academia de Ciencia del Perú, plantea que se restablezca la posibilidad de que los científicos peruanos sin trabajo y extranjeros con altos grados académicos sean nombrados en los institutos científicos y tecnológicos del Perú.
Propone, además, que se cree un instituto científico y tecnológico interdisciplinario y constituir un ministerio de Ciencia y Tecnología, similar a los existentes en las naciones que apuestan por la investigación científica.
¿Cuál es la verdadera situación de los científicos en nuestro país?
–Existe un desánimo creciente entre los científicos. Los que provienen del exterior –por ejemplo– no pueden ser nombrados en los institutos científicos y tecnológicos del Estado. En junio del año pasado se aprobó parcialmente una ley que facultaba su nombramento en los institutos científicos y tecnológicos del país, incluso de aquellos que se encontraban sin trabajo; pero en agosto de ese mismo año, esa posibilidad quedó en nada.
¿Qué tan consciente somos de la importancia que tiene la actividad científica?
–En realidad, no hay conciencia del valor del conocimiento científico y tecnológico. El Perú no ha comprendido ese valor, como sí ocurre en muchos países que han llevado de la mano sus desarrollos con el impulso a la investigación, a la ciencia.
¿Qué se puede hacer, qué plantearía ante esta falta de conciencia?
–El Congreso de la República debe restablecer la posibilidad de que los científicos con altos grados académicos que están en el Perú y los que viven distribuidos por todo el mundo, tengan cabida en los institutos de ciencia y tecnología del país. Si no se reconoce esa posibilidad, estaremos formando científicos e ingenieros para que emigren al extranjero.
Entre los retos planteados por el Ejecutivo figura el de la Educación, ¿coadyuvará esto al desarrollo de la investigación científica?
–El plantearlo como reto constituye un buen signo. Las mejoras en la educación son imprescindibles; pero paralelamente a ello, se debe dar cabida a quienes han sido bien formados en el país.
¿Cúal debería ser el primer paso del Ejecutivo?
–Se tiene que crear un instituto científico y tecnológico, al cual ingresen aquellos profesionales con grado académico de doctor, obtenido en el extranjero. Los países medianamente desarrollados y aquellos que tienen ambiciones de ser alguna vez respetados disponen de institutos de ciencia y tecnología interdisciplinarios. En el Perú sólo existen institutos pequeños y monodisciplinarios.
¿Conviene crear un ministerio de Ciencia y Tecnología?
–Una de las conclusiones adoptadas en un encuentro científico internacional realizado el año pasado fue precisamente la de solicitar al Gobierno la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología, pues todas las naciones que la apoyan, entre ellas Venezuela, Brasil y Costa Rica, cuentan con uno.
Faltan recursos humanos
En la actualidad no hay recursos concretos para la investigación científica, aunque sí se ha anunciado que en breve se contará con una partida para impulsar esta tarea. Pero, en realidad, eso resulta secundario, pues lo que requerimos especialmente es que los científicos que están en el extranjero tengan cabida en el Perú, porque ellos son los mejores, han sido mejor preparados y seleccionados y tal vez quieren regresar al país para ejecutar buenos proyectos. Si no hay proyectos, no hay recursos que valgan.
Además, no podemos dejar de mencionar –como ejemplo– que la Unión Europea tiene dinero para la ejecución de proyectos en nuestro país, pero no hay personas que puedan desarrollarlos. Nos falta equipo, ésa es la verdad.
Propone, además, que se cree un instituto científico y tecnológico interdisciplinario y constituir un ministerio de Ciencia y Tecnología, similar a los existentes en las naciones que apuestan por la investigación científica.
¿Cuál es la verdadera situación de los científicos en nuestro país?
–Existe un desánimo creciente entre los científicos. Los que provienen del exterior –por ejemplo– no pueden ser nombrados en los institutos científicos y tecnológicos del Estado. En junio del año pasado se aprobó parcialmente una ley que facultaba su nombramento en los institutos científicos y tecnológicos del país, incluso de aquellos que se encontraban sin trabajo; pero en agosto de ese mismo año, esa posibilidad quedó en nada.
¿Qué tan consciente somos de la importancia que tiene la actividad científica?
–En realidad, no hay conciencia del valor del conocimiento científico y tecnológico. El Perú no ha comprendido ese valor, como sí ocurre en muchos países que han llevado de la mano sus desarrollos con el impulso a la investigación, a la ciencia.
¿Qué se puede hacer, qué plantearía ante esta falta de conciencia?
–El Congreso de la República debe restablecer la posibilidad de que los científicos con altos grados académicos que están en el Perú y los que viven distribuidos por todo el mundo, tengan cabida en los institutos de ciencia y tecnología del país. Si no se reconoce esa posibilidad, estaremos formando científicos e ingenieros para que emigren al extranjero.
Entre los retos planteados por el Ejecutivo figura el de la Educación, ¿coadyuvará esto al desarrollo de la investigación científica?
–El plantearlo como reto constituye un buen signo. Las mejoras en la educación son imprescindibles; pero paralelamente a ello, se debe dar cabida a quienes han sido bien formados en el país.
¿Cúal debería ser el primer paso del Ejecutivo?
–Se tiene que crear un instituto científico y tecnológico, al cual ingresen aquellos profesionales con grado académico de doctor, obtenido en el extranjero. Los países medianamente desarrollados y aquellos que tienen ambiciones de ser alguna vez respetados disponen de institutos de ciencia y tecnología interdisciplinarios. En el Perú sólo existen institutos pequeños y monodisciplinarios.
¿Conviene crear un ministerio de Ciencia y Tecnología?
–Una de las conclusiones adoptadas en un encuentro científico internacional realizado el año pasado fue precisamente la de solicitar al Gobierno la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología, pues todas las naciones que la apoyan, entre ellas Venezuela, Brasil y Costa Rica, cuentan con uno.
Faltan recursos humanos
En la actualidad no hay recursos concretos para la investigación científica, aunque sí se ha anunciado que en breve se contará con una partida para impulsar esta tarea. Pero, en realidad, eso resulta secundario, pues lo que requerimos especialmente es que los científicos que están en el extranjero tengan cabida en el Perú, porque ellos son los mejores, han sido mejor preparados y seleccionados y tal vez quieren regresar al país para ejecutar buenos proyectos. Si no hay proyectos, no hay recursos que valgan.
Además, no podemos dejar de mencionar –como ejemplo– que la Unión Europea tiene dinero para la ejecución de proyectos en nuestro país, pero no hay personas que puedan desarrollarlos. Nos falta equipo, ésa es la verdad.
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